Barcelona, una ventana al mundo tras el objetivo de Jesús León
Los Juegos Olímpicos de 1992, el Fórum Universal de las Culturas 2004 o el Mobile World Congress son solo algunos de los eventos que han transformado Barcelona en una ciudad global. Bañada por el Mediterráneo, la capital catalana atrae cada año a millones de turistas de todo el mundo, dispuestos a saborear su cultura cosmopolita con aroma de tradición. La mayoría captan esa riqueza multicultural con sus cámaras, inmortalizando paisajes urbanos de vanguardia. El XV Premio Eurostars Grand Marina de Fotografía, titulado «Barcelona, ventana al mundo», les anima a hacerlo con los consejos del fotógrafo Jesús León.
«El color y la luz de Barcelona la convierten en un marco extraordinario para fotografiar a su gente, sus visitantes, sus rincones especiales y, sobre todo, sus calles llenas de vida», explica Jesús León. Para lograrlo, el autor del libro Fotografía Urbana (Anaya, 2014) y coordinador del blog Xataka Foto aconseja salir a la calle «con hambre de imágenes, con los ojos bien abiertos y la cámara siempre preparada».
En la búsqueda de la imagen perfecta, lo importante es «trabajar en lo que a uno realmente le llena, no dejarse llevar por imágenes atractivas y fáciles, sino enfocarse en una temática y trabajarla a fondo». A pesar de que los escenarios de Barcelona son algunos de los más fotografiados del mundo, Jesús León apunta que «siempre se puede encontrar una forma más personal de afrontarlo».
Al atardecer
Uno de sus secretos para captar la belleza de la ciudad es fotografiarla coincidiendo con la puesta de sol, un momento que «dura poco tiempo pero la calidez, la intensidad y el contraste que ofrece, sobre todo en el Born y el Barrio Gótico, hacen que sea un escenario extraordinario para este tipo de fotografía».
Teniendo en cuentas estos consejos, los recursos técnicos no deberían ser motivo de preocupación. «No hace falta ninguna cámara especial, la que tengamos y con la que nos sintamos cómodos es buena», dice León. Eso sí, «si queremos fotografiar a gente y nos movemos muy cerca, mejor una pequeña y discreta».