‘Coming of Age’, o cómo el arte norteamericano se hizo mayor
La colección Peggy Guggenheim de Venecia presenta, hasta el 12 de octubre, la exposición «˜Coming of Age. American Art, 1850s to 1950s’. Se trata de una ocasión única para conocer la espectacular evolución del arte pictórico y escultórico del otro lado del Atlántico. Una revelación aún más sorprendente si tenemos en cuenta que, a partir de 1950, ha sido Estados Unidos el país que ha revolucionado el arte contemporáneo.
Del provincialismo a la transgresión. Esta es la evolución que vivió el arte estadounidense entre 1850 y 1950, el período que abarca la exposición «˜Coming of Age’, que puede visitarse estos días en el museo que acoge el Palazzo Venier dei Leoni. La muestra, organizada por la American Federation of Arts y la Addison Gallery of American Art, entre otros, parte de los primitivos retratos de adustos prohombres de la patria, regias familias acaudaladas y bucólicos paisajes naturales, propios de la primera mitad del siglo XIX. Las tendencias artísticas realistas propias de Europa eran copiadas por los creadores de la joven nación.
El proceso de maduración de los creadores americanos llega, durante los años 1910, hasta la abstracción. Autores como Dove sustituyeron el retrato de la abuela y la rueca por las formas orgánicas, las sombras, y un nuevo lenguaje basado en el color, el espacio o las texturas. El apogeo de este cambio llega de la mano de los pintores expresionistas Pollock, Kline o Hoffmann, que consiguen que el compás artístico mundial lo marquen las galerías y estudios de Nueva York, Los íngeles o Boston, como años atrás lo hiciera el Viejo Continente.