Descubre el Eurostars Palacio Santa Marta 4* de Trujillo
El hotel Eurostars Palacio Santa Marta 4* perteneció en sus orígenes a la familia de Francisco de las Casas, un capitán de Hernán Cortés que le fue fiel en la famosa Noche Triste de 1520 y en la sublevación de Cristóbal de Olid. Francisco de las Casas fue además el fundador de la ciudad de Trujillo en Honduras, la primera población que tuvo el nombre de Trujillo en América. El edificio es conocido como Palacio de Santa Marta por el Marquesado que desde el siglo XVIII tiene esta familia con el señorío de la villa de Santa Marta, próxima a Trujillo.
El Palacio de Santa Marta es una obra cumbre del Renacimiento extremeño. El claustro de su primera planta, realizado en 1567, es único no sólo por estar techado, sino también por apoyarse sobre un zaguán rectangular cubierto con una bóveda de aristas que reproduce el modelo de las cocinas del Real Monasterio de San Lorenzo de El Escorial. También llamada bóveda extremeña, esta estructura plana es la primera de esta clase hecha en Europa.
Construido de sillería por el mismo arquitecto que diseñó la catedral de Monterrey en México, el Palacio Santa Marta es una gran mansión sin cimientos que se amolda a la montaña que sostiene el castillo de Trujillo. Su fachada es de sillar granítico, obra del famoso cantero trujillano Francisco Becerra, y pesa el doble que el resto del edificio.
La puerta es renacentista, adintelada entre columnas de bellos capiteles jónicos cuyo friso está adornado con casetones y puntas de diamantes entre flameros. Está rematada con frontón triangular. En el tímpano aparecen los cinco roques de ajedrez que son los blasones de la familia de las Casas. También el escudo de los Bejarano: león rampante esquinado de cuatro cabezas de dragones.
En el interior se sitúan las caballerizas bajo bóvedas de cañón. Éstas son dependencias comunes con el resto de los palacios trujillanos de esa época, al igual que las chimeneas para calentar el edificio. En el piso principal hay un salón de columnas jónicas, hoy restaurante, que antaño era una galería que daba al exterior. Por su parte, la cafetería está habilitada sobre una antigua herrería del siglo XV. Más abajo, una muralla del siglo XIII divide el parking.
Entre las habitaciones destaca la llamada Inca, sustentada por tres bóvedas de crucería. Para llegar a ella hay que subir por una escalera de piedra que también guarda un secreto: varios tableros de tres en raya grabados sobre los escalones, con los que en otros tiempos los mozos se entretenían esperando a sus señores.
El Palacio de Santa Marta es, en definitiva, un edificio de gran importancia histórica cuya buena conservación esconde apasionantes secretos para el visitante.
