El Apollo de NYC cumple 75 años
Si hay un espacio emblemático en el mundo de la música afroamericana, sin duda, es el Apollo de Nueva York. La meca de la música negra por donde han pasado los grandes entre los grandes, desde BB King a Sarah Vaughn, de Ella Fitzgerald a Duke Ellington, de Louis Armstrong a Patsy Clyne, de Aretha Franklin a Stevie Wonder. También Elvis pisó el escenario del Apollo en los cincuenta. Y U2 en los 90. Y hasta Barack Obama en los inicios de su carrera presidencial.
El Apollo cumple ahora 75 años y desea celebrarlo por todo lo alto con un super-concierto el 8 de junio de 2009, a 1.000 euros la entrada: cena de gala incluida.
Si fuéramos estrictamente fieles, el Apollo rondaría ahora los 95 años, porque, abierto en 1914, en los primeros años fue un local de espectáculos vodevilescos para blancos. Pero en 1934 llegó la revolución: se le cambió el nombre y el alma, se permitió la entrada al público negro (algo inusitado en la época) y, coincidiendo con el florecimiento del espíritu afroamericano, empezaron a subir al escenario cantantes de todas las razas. Enseguida el Apollo se convirtió en el epicentro de la música afroamericana: tanto los consagrados como quienes aspiraban a hacerse un hueco en el género debían pasar tarde o pronto por el reto y el orgullo de subirse a la escena del Apollo.
Los años 70 y 80 fueron tiempos difíciles para el Apollo, que llegó a bajar el telón durante más de un lustro. Sin embargo, hoy en día vive nuevos tiempos de esplendor, con conciertos de músicos consagrados y las tradicionales Amateur Nights las veladas de los miércoles. Si coincide en Nueva York, sólo tiene que subir hasta la 125, en el corazón de Harlem.