Marc Sarkis Gulbenkian: «Mi tío abuelo construyó una colección magnífica, guiada por la búsqueda de lo bello»


Entrevistamos al fotógrafo Marc Sarkis Gulbenkian, sobrino nieto del fundador del creador de la Fundaçao Calouste Gulbenkian, que dispone de un museo de arte moderno, una compañía de ballet y diversas bibliotecas en Lisboa. Nos habla de arte, fotografía y el legado cultural de su familia.

¿Cómo empezó su interés por la fotografía? ¿Le viene de familia?

Buena pregunta, puedo decir que este interés se desencadenó en mí como adolescente y nunca me ha dejado a lo largo de toda mi vida profesional. Ha salido incluso reforzado por el hecho de haber tenido que contactar con una diversidad de pueblos y culturas, temas por excelencia para fotografiar.

Tuve de hecho un abuelo paterno, Vahan Gulbenkian que se dedicó a la fotografía como aficionado avanzado. Tenía un estudio a comienzos del siglo XX, especializado sobre todo en retrato.

Aunque  quien fue muy importante para la historia de la fotografía de estudio fue un primo mío también fotógrafo, Mardick Baliozian, que fundó una empresa que fue líder mundial en la iluminación de estudios fotográficos. Su utilización del paraguas como reflector de luz artificial fue una de las grandes contribuciones a este sector. ¿Que si fui influenciado por mi abuelo y primo? Me gusta pensar que sí.

¿Hay alguna influencia en su trabajo de otros fotógrafos, filósofos, escritores o pintores?

Creo que nuestra forma de observar y sentir la fotografía viene mucho de la forma en que nos enseñaron a ver el mundo que nos rodea, y obviamente de nuestra vivencia en ese mundo. Mi padre tiene una cuota de responsabilidad en eso. Él, que también fue un artista esculpido en su tiempo libre, demostró que la expresión artística es una necesidad que cualquier persona puede sentir independientemente de su condición.


«La conexión con el arte refleja los orígenes de mi familia en Anatolia, y más concretamente en Capadocia, así como en Constantinopla»

Marc Sarkis Gulbenkian

Hablando de otros fotógrafos, por supuesto, algunos de ellos me influenciaron, al menos en el subconsciente, y tienen mucho que ver con mi forma de ver y la sensibilidad a fotografiar. Puedo citar, por ejemplo, el «clásico» del Henri Cartier-Bresson, Robert Doisneau, o de paisajes, Ansel Adams e incluso Gérard Castello Lopes, que tiene unas hermosas fotografías de Lisboa.

Entre los contemporáneos, Steve McCurry o el Sebastião Salgado, entre otros. Finalmente, debo decir que recientemente, en un viaje a Marruecos, tuve la suerte de tomar una secuencia de fotografías a una auténtica carga de caballería de guerreros bereberes y el resultado final me recuerda a un cuadro del Eugène Delacroix.

La Fundación Gulbenkian está considerada una de las más importantes colecciones de arte moderno y antiguo del mundo. Esta conexión con el arte ha sido siempre muy importante para su familia. ¿A qué se debe este interés?

Creo que esta conexión con el arte refleja los orígenes de mi familia en Anatolia, y más concretamente en Capadocia, así como en Constantinopla, donde mi abuelo y sus hermanos nacieron. Todos ellos son lugares donde las religiones y el arte se ligan de forma indisociable.

Seguramente todo este trasfondo influenció fuertemente a mi tío abuelo Calouste, que por su inmensa fortuna pudo comprar lo que quiso (y sólo escogía lo mejor) y constituir esa colección magnífica, siempre guiada por la búsqueda de lo bello. ¿A qué se debe este interés? Seguramente a la formación recibida, pero también a la sensibilidad y voluntad intrínseca. Si algún poder económico ayuda, tanto mejor.

En la fotografia, persigue más el aspecto humano o la composición? 

La composición y el encuadre es para mí muy importante no descuidando, si es justificado, también el aspecto humano. Me gusta muchas veces dar un elemento de escala o un punto de fuga, o simplemente limitarme a un escenario puramente contemplativo, desnudo de cualquier elemento humano. Esto de una manera general, porque admito que cuando viajo a países más exóticos procuro también tomar retratos, explorando ahí más el lado humano. 

Marc Sarkis Gulbenkian

Háblenos un poco sobre sus imágenes.

Esta es una fotografía donde la composición y el lado humano han sido igualmente importantes. Me atrapó aquí, y diré instintivamente, el lado humano con una mujer de edad avanzada e inválida contemplando un cisne blanco y su prole, símbolo de luz, pureza y gracia, pero también de juventud en este caso, y su nieta absorta en otros pensamientos y con aire soñador. Para completar el cuadro está el poeta victoriano Robert Browning, que parece asistir a esta escena con el aire paternalista de quien ya murió hace 130 años. 

Lo que me llevó a tomar esta fotografía en el Kunst Museum de Zúrich fue encontrarme al entrar en esta sala con un escenario de perfecta armonía entre el espacio, con su color relajante, y el silencio, la concentración y contemplación reinante. La idea de espejo que atraviesa en la fotografía: las salas que se suceden en una cadencia repetitiva, de la misma forma que las personas se reflejan en el dibujo las pinturas que miran.

El elemento humano, los dos estudiantes de Bellas Artes, por el hecho de estar sentados y la forma en que están colocados en la sala, en diagonal, retiran alguna de la simetría casi perfecta del escenario lo que capta más la mirada y hace la fotografía en este caso mucho más interesante. 

¿Cuál es la mejor exposición de fotografía que ha visitado hasta ahora? ¿Y la mejor fotografía para usted?

Es siempre difícil responder a esta pregunta porque ya he visto varias exposiciones muy buenas, pero quizá pueda destacar la de Steve McCurry que tuvo lugar en la Aduana de Oporto en 2017. Además de estar muy bien presentada, el hecho de haber tenido la posibilidad de escuchar sus comentarios (a través de una audioguía) sobre cada una de sus fantásticas fotografías me hizo percibir cuánto me veo reflejado en su forma de mirar y sentir la fotografía. ¿Cuál es la mejor foto? Todos los fotógrafos que he citado tienen fotografías fabulosas, me resulta difícil destacar una más en particular.

¿Cuál es su próximo proyecto? 

Un libro sobre San Antonio de Lisboa y de Pádua, con texto de António Mega Ferreira y fotografias mías hechas en Portugal e Italia. Se publica este mes de junio.