Isabel Romero, la artista de tierra mar y aire
Un faro de papel, un barco de arpillera… A Isabel Romero no le caben los cuadros en el coche, tal es el tamaño y la «materia» que albergan. Por eso pinta algunos dípticos, como la marina que decora el Lobby Bar del Eurostars Gran Madrid. El agua baña esta obra y todas las de «Sensaciones, tierra, mar y aire», la exposición que se puede visitar en el hotel hasta el 21 de septiembre.
Isabel usa el agua para diluir la pintura y experimentar, como cuando dejó un cuadro en el jardín durante un año para que la naturaleza la trabajase a gusto. Con agua pinta fondos marinos, oleajes y barcos como los «Veleros de papel», ajenos al estrés de las ciudades.
Pero Isabel necesita superarse, y lo hace componiendo collages de objetos terrenales que funde con pintura. En el faro «El guardián solitario» se lee en vertical: «Empanada de atún». En las casas de «Zumarramala» se intuyen los resultados de la lotería en los números de las paredes. Los tejados son pedazos de papel de estraza chamuscado en el horno. Algunas obras incluso tienen «tarnsfers», los injertos de pintura que dejan las telas arrancadas de la madera. Pura inspiración de Manuel Miralles y Antoni Clavé, confiesa la artista.
El tercer elemento, el aire, también está muy presente en la obra de esta artista que participó en varios premios del ejército. En la exposición no hay aviones, pero la experiencia de Isabel en las alturas aflora en los nubarrones que amenazan a los montañeros de «Cordada».
