Jaca, un lugar para perderse


«Dime valeroso joven que Dios prospere tus ansias, si te criaste en la Libia o en las montañas de Jaca». La pregunta de Don Quijote no es baladí­. El clima condiciona el carácter, y el de Jaca no supera los –8 °C en invierno. Pero acostumbrados a los turistas, los jacetanos son muy hospitalarios, especialmente con los amantes del Pirineo.

Situada en el Valle del Aragón, a 73 kilómetros de Huesca, Jaca es un alto ineludible en el Camino de Santiago. Su Ciudadela del siglo XVI es una joya de la arquitectura militar y su Catedral románica está declarada Monumento Nacional. También destacan el Monasterio de las Benedictinas, la Iglesia de Santiago, la Ermita de Sarsa, el Puente de San Miguel, la Torre del Reloj (siglo XV) y el Ayuntamiento.

jacaOtro monumento de valor incalculable es la cordillera pirenaica que flanquea el norte de la ciudad. Entre sus valles destaca el Pico de Monte Perdido, una de las cumbres más elevadas de los Pirineos, a 3.355 metros de altitud. Para preservar su ecosistema se creó en 1918 el Parque Nacional de Ordesa y Monte Perdido, que abarca 15.608 hectáreas.jaca

Rodeado de cuatro valles de origen glaciar -Ordesa, Añisclo, Escuaí­n y Pineta-, Monte Perdido es el macizo calcáreo más alto de Europa. De sus cimas las Tres Sorores afloran los rí­os Arazas, Bellos, Yaga y Cinca, dando lugar a un paisaje de contrastes: frente a la extrema aridez de las zonas altas surgen verdes valles donde el agua forma cascadas.

Es el hogar de casi 1.400 especies vegetales, la mitad de la flora pirenaica, gracias a la variedad de microclimas que favorecen la altitud, la humedad y la composición de los suelos. Tampoco faltan quebrantahuesos, tritones, urogallos y rebecos.

Las infinitas rutas que ofrece el Pirineo aragonés cumplen en Jaca el sueño de cualquier montañero. Un lugar donde contemplar la naturaleza, empezando por las vistas del Eurostars Reina Felicia.