Rafa Anel se abstrae de la hipermodernidad en el Hotel Eurostars Gran Madrid 4*


El Hotel Eurostars Gran Madrid 4* de Alcobendas recibe este viernes la nueva exposición de Rafa Anel. En ella, el artista leonés reflexiona sobre la soledad del ser humano y la inmensidad de los paisajes en una sociedad dominada por la hipermodernidad. La inauguración de la muestra tendrá lugar el viernes 16 de diciembre a las 20:00h, y contará con la presencia del artista.

Rafa Anel retratado por José Martí­n-GranizoBajo el tí­tulo 1612, Rafa Anel presenta sus últimos trabajos organizados en tres secciones: una compuesta por obras de gran formato, otra de acuarelas y una última con escenarios de resinas y polvo de mármol titulada Habitantes. Sus trabajos revelan una abstracción rigurosa a través de la cual el artista persigue la autenticidad de la pintura, es decir, de las manchas y las texturas; en una gradual huida de la forma. í‰l mismo nos lo explica.

 ¿Cómo empezaste en el mundo del arte?

Mis padres han sido y son unos apasionados del arte, mi familia tiene un negocio que fundó mi abuelo en 1930 y que es referencia entre los artistas de la ciudad de León y su provincia. Desde bien pequeño he jugado e investigado con pigmentos, resinas, óleos, lienzos… en la trastienda al llegar del colegio o durante los veranos con libertad creativa absoluta.

Me diplomé en  Marketing y Gestión Comercial en 1992, y comencé a trabajar en el negocio familiar. En 1995 siento que necesito formarme más profundamente y de forma reglada en los procesos artí­sticos, decido matricularme en la Facultad de BBAA de Salamanca. En 1999 solicito una beca Erasmus en la ESAD de la IPL en Caldas de Rainha (Portugal) donde me formo en los lenguajes audiovisuales y multimedia que en esos momentos irrumpí­an con fuerza en el panorama artí­stico.

En el año 2002 y tras ser seleccionado por la Excma. Diputación de León con un proyecto expositivo y comienzo a trabajar con la galerí­a «Arte Lancia», que en esos momentos representa a artistas nacionales de la talla de Vela Zanetti, Alcorlo, Barjola o Camí­n. En 2004 junto con tres artistas castellanoleoneses, Carlos A. Cuenllas, David del Bosque y Santos Javier fundamos el «Colectivo 4″, que es seleccionado en el proyecto expositivo Constelación Arte en 2007.

Desde entonces expongo en diferentes espacios privados y públicos de Castilla y León, y a partir de 2014 paso a formar parte del Cajón del Arte y expongo en Gijón, Bilbao y Madrid.

¿Cuál es la temática que mueve tu obra, su hilo conductor?

Mi obra se centra en el análisis de la paradoja de la hipermodernidad, cuanto más tenemos, cuanto más consumimos, más buscamos la reflexión, la espiritualidad. Mi pintura cada vez tiende más a la abstracción como lugar de reflexión y ensimismamiento.

«Cuanto más tenemos, más buscamos la reflexión, la espiritualidad»

¿Qué significa el tí­tulo de la exposición?

Tanto los tí­tulos de mis exposiciones como los de mis obras responden desde el año 2011 a una codificación, que atiende a diferentes aspectos como pueden ser fechas o técnicas. La razón es alinearse con sistematización contemporánea que resume, unifica y agrupa con números las realidades más dispares.

Por favor, descrí­benos  las obras que forman parte de esta muestra.

Presento tres series de obras bien diferenciadas:

Pintura, abstracciones, paisajes sutiles, despojados y vací­os, en los que apenas ocurre nada y en los que esa nada es organizada con un mí­nimo de elementos. Imágenes que nos resultan familiares,  similares, que siempre nos transmiten la aspiración a un momento de reflexión, de tranquilidad y sosiego, pero muy diferentes entre sí­, en los que se vislumbra una gran evolución debido a la constante experimentación con el color y con los diferentes materiales utilizados.

Habitantes, de Rafa AnelAcuarelas, pequeños formatos estandarizados que obligan a concentrar la inmensidad de esos paisajes, convirtiendo su contemplación en un acto í­ntimo en el que el espectador descubre el placer estético de lo esencial.

Habitantes, dioramas que reflejan la soledad contemporánea en los que un personaje anónimo se encuentra solo ante un vasto paisaje, sensación que se ve acentuada por el carácter monocromático de las obras, con unos volúmenes creados a partir de diferentes materiales como el polvo de mármol. Un juego de contrastes que genera una tensión en el espectador al enfrentar lo micro y lo macro, lo tangible frente a lo intangible.

 ¿Qué te lleva a representar la relación del ser humano con el entorno y cómo enfocas esa tarea?

Me interesa la reacción del espectador que contempla, me fascinan las conclusiones meditadas y las reflexiones que provocan mis imágenes. Esa provocación se convierte en un feedback que perfila mi proceso creativo. Es necesario detenerse, hemos perdido esos momentos de ascetismo que paradójicamente buscamos desesperadamente.

«Tratar de dominar los materiales y sus procesos es una de mis grandes obsesiones»

¿Qué técnica empleas? ¿Cómo ha evolucionado desde tus comienzos? 

A nivel técnico, me interesa mucho los «procesos de la pintura«, siempre he jugado entre pigmentos y resinas, fabrico mis propias pinturas, barnices y médiums. Durante el proceso de trabajo en el estudio la obra evoluciona, me interesado este aspecto vivo de la pintura, ver como chorrea creando y buscando caminos o cómo reaccionan los pigmentos con las resinas generando resultados aleatorios. Tratar de dominar los materiales y sus procesos es una de mis grandes obsesiones.

A lo largo de mi carrera como pintor he evolucionado por diferentes caminos que abarcan desde un estilo más informalista en mis primeras obras, a una abstracción más sutil pasando por una etapa pop en la que realizaba retratos de gran formato.

 ¿Qué te gustarí­a transmitir con tu obra?

Personalmente es muy reconfortante cuando conversas con una persona que tiene una obra mí­a colgada en la pared de su casa y me dice «no me canso de mirarla». Es precisamente entonces cuando soy consciente que está cumpliendo su función, está sirviendo de vehí­culo hacia la reflexión uno de mis grandes objetivos, el ensimismamiento. La otra gran satisfacción la encuentro í­ntimamente en el proceso, los momentos de soledad en el estudio, esto es solo para mí­.