Tomohiro Muda, el fotógrafo que peregrinó de Japón a Santiago de Compostela


Los japoneses creen que los dioses habitan en las montañas, y sus emperadores peregrinaban a las de Kumano buscando la salvación. Hací­an el viaje desde la antigua capital de Nara, la tierra de Tomohiro Muda. Nacido en 1956, este fotógrafo hizo dos veces el Camino de Santiago retratando la cultura que encontró a su paso. Como resultado de estas peregrinaciones surgió la exposición El Camino de Santiago. Una visión oriental, que recorrió ciudades como Parí­s, Tokio y México D.F.

Con motivo del I Premio Eurostars Hotels de Fotografí­a en Santiago de Compostela, que premiará las fotografí­as que muestren la belleza de Camino de Santiago (Tomohiro Muda)la capital como destino de la ruta de peregrinaje, Tomohiro Muda relata su experiencia en el Camino y muestra algunas de sus fotografí­as. Los interesados in participar en el concurso pueden hacerlo hasta el 28 de octubre.

¿Cómo descubriste el Camino de Santiago?

He fotografiado el arte románico en varias regiones de Europa. Todaví­a se conservan muchas iglesias y monasterios en Cataluña y a lo largo del Camino de Santiago. Llegué llamado por la arquitectura románica y el arte que hay en torno a la ruta de peregrinación, más que por la ruta en sí­ misma.

¿Qué escenas del Camino llamaron más tu atención?

Cuando pasé la Cruz de Hierro y crucé Puerto Irago encontré un sendero estrecho que bajaba por la montaña hacia los matorrales. No habí­a nadie alrededor y, mientras descendí­a, fui consciente de cuál era mi lugar en el mundo.

Camino de Santiago (Tomohiro Muda)¿Qué sentiste cuando llegaste a Santiago de Compostela?

Continué arrastrando mis doloridos pies hasta que me vi frente al Pórtico de la Gloria en la Catedral. Fue un momento abrumador. Me conmovió especialmente cuando apoyé mis dedos sobre la huella del írbol de Jesé. Por alguna razón, sentí­ que aquel no era el final de mi viaje.

¿Cambió en algo tu mirada la segunda vez que hiciste el Camino?

En mi primer viaje invertí­ toda mi energí­a en seguir andando. Después de varias visitas, sin embargo, comencé a sentir la riqueza espiritual que inspiran las rutas de peregrinación y los pueblos que las rodean.

¿Cómo contribuyó esta experiencia a tu carrera?

La peregrinación reforzó mi convicción de que la cámara puede captar tanto lo que se ve como lo que no. Me hizo darme cuenta de que eso ese debí­a ser mi objetivo como fotógrafo.

¿Recuerdas alguna anécdota?Camino de Santiago (Tomohiro Muda)

Tras visitar la Catedral de Santiago viajé a Fisterra, el «fin del mundo». Recuerdo quedarme en el promontorio y sentir la brisa del mar mientras contemplaba el Atlántico. En ese momento, un rayo de luz atravesó las nubes e iluminó el océano. Cuando miré hacia abajo vi varios pares de botas negras, quemadas. Las habí­an dejado peregrinos que alcanzaron su meta allí­. Reflexioné sobre cuántos cientos de miles de personas han seguido esta ruta desde el origen de la peregrinación. ¿Por qué lo hicieron? ¿Qué buscaban?

Tomohiro MudaEn 2008 tu exposición Camino de Santiago. Una visión desde Oriente se mostró en Parí­s, Tokio y México D.F. ¿Son imágenes universales?

Si fotografí­as el Camino de Santiago desde una perspectiva cristiana, parecerá algo de otro mundo para la gente de paí­ses no cristianos. Pero en la atmósfera de la cristiandad todaví­a reside un aura profundamente conectada a la naturaleza. Si la enfocas, el Camino de Santiago adquiere un carácter internacional.