Turner y sus maestros viajarán a Londres, París y Madrid

Histórico, rompe-mitos y revelador es lo que nos tiene preparado la Tate Gallery, el Grand Palais de París y el Museo del Prado, que han unido esfuerzos junto a las mayores pinacotecas del mundo para organizar una exposición que los expertos advierten que puede ser recordada por mucho tiempo y cuya preparación se ha prolongado durante seis años. El protagonista será Turner, el gran genio que inició el camino hacia el impresionismo, pero Turner no vendrá solo: vendrá con sus maestros.
La idea de Turner y sus Maestros (Turner and the Masters) es mostrar los óleos del gran pintor británico vis a vis con los de sus maestros. Y en ese elenco aparecen lienzos de grandes pintores como Canaletto, Rembrandt, Rubens, Lorrain, Poussin, Ruisdael, Van der Velde, Veronés, Watteau y, por supuesto, su gran oponente, John Constable. El ejercicio consiste en mostrar los lienzos a pares (más de cincuenta parejas maestro-Turner) y contemplar qué sucede, qué vemos.
Así, por ejemplo, El descanso en la huida a Egipto de Rembrandt será contrapuesto a Luz de luna de Turner; el Mar bravío en un rompeolas de Ruisdael quedará emparejado con Port Ruysdael del pintor inglés; y El Diluvio de Poussin quedará encarada con la obra de Turner del mismo título.
Todos los artistas aprenden de los que han venido antes, pero nadie lo hace con la insistencia de Turner, que repetidamente a lo largo de toda su carrera se esforzó por emular y reinterpretar cuadros que habían pintado artistas anteriores o coetáneos. Los más benévolos dicen que Turner tenía una gran capacidad de apropiarse del magisterio de otros artistas y que, de este modo, los homenajeaba. Pero ese parece un argumento fabricado, porque en las islas británicas Turner es un mito. Y también en Francia. Ese ejercicio de emparejamiento viene a mostrarnos, más bien, un artista obsesionado por competir con los demás y por demostrar que él es mucho mejor que sus predecesores y coetáneos.
Sí, en esa prueba del emparejamiento aflora un Turner egocéntrico que incansablemente se esfuerza por revelar los errores de sus ‘rivales’ y por mostrar al público quién es el mejor. David Solkin, comisario de la exposición, estima que, en el fondo, están organizando la exposición que siempre hubiera soñado el propio artista: «Turner quería invitar expresamente a los espectadores a comparar sus obras con las de los grandes artistas, y eso es lo que el público de Londres, París y Madrid serán ahora capaces de juzgar».
Turner and the Masters estará abierta al público en la Tate Gallery del 23 de septiembre al 31 de enero de 2010. Después, viajará a París y a Madrid.
