Vuelven los románticos
El estilo romántico está casi extinguido en los tiempos modernos. Todos los artistas trabajan el arte abstracto, con contenido ambiguo y forma poco convencional. Pero… actualmente, ¿No resulta más alternativo y diferente crear arte fuera del movimiento abstracto?
El estilo barroco, de tono romántico con toques expresionistas vuelve de la mano de Drew Simpson, un artista canadiense que ha explorado la historia del arte para traer de vuelta grandes técnicas de tiempos pasados que ahora han caído en el olvido. Los claroscuros, los colores y composiciones que focalizan los ojos en un punto concreto o los juegos de luces y sombras son algunas de las formas de trabajar de Drew Simpson.
El artista busca el impacto más feroz acompañado de mensajes con temáticas tan explosivas como la plasmación fidedigna de uno mismo en su propio hogar. Cuadros introspectivos con una fuerte carga moral. La principal obsesión del artista bebe de su interés por plasmar la vida de las personas. Des de las miserias más absolutas hasta grandeza de los actos humanos. Un dato curioso que ejemplifica este modus operandi es que el artista se estuvo 6 meses en un hotel de Marruecos pintado su alrededor, las habitaciones, paredes, muebles y las vistas de las que gozaba des del balcón de la cámara. Todo siguiendo su afán de captar este mundo interno y personal.
Drew Simpson, proveniente de Canadá, pocas veces ha expuesto en Europa, así como numerosas ocasiones en América. Pero este verano desembarca en el viejo continente para mostrarnos su visión de lo más profundo y oculto de las personas, canalizado en espacios cerrados. En la galería Wilde Gallery de Berlín se pueden contemplar algunas de las obras más representativas de su trayectoria hasta el otoño del 2011.