Martí Gironell: «Jean Leon evitó que Frank Sinatra fuese a la cárcel»


El escritor y periodista Martí Gironell presentó ayer en el hotel Eurostars Grand Marina 5*GL La fuerza de un destino (Planeta, 2018), una novela inspirada en la vida de Jean Leon. Ante unos 100 asistentes, el autor repasó la trayectoria de un hombre que dio un giro radical a su vida, huyendo de la España franquista para convertirse en un empresario de éxito que mimó el paladar de Hollywood.

Esta obra ganadora del Premio Ramon Llull 2018 protagonizó una nueva cata literaria Wine & Books, transmitiendo las vivencias de alguien que nos ha demostrado que, con esfuerzo, cualquier sueño está al alcance de la mano. El suyo empezó con 21 años, cuando decidió viajar a EE.UU. desde Le Havre, dejando atrás una España gris. Por entonces se llamaba Ceferino Carrión, pero no tardó en adoptar una identidad más acorde a su sueño americano. Llegó a California como Jean Leon y a base de trabajo y golpes de suerte se ganó la confianza de las estrellas.

Con James Dean planeó abrir La Scala, un restaurante que, a pesar de la muerte prematura del actor, se convertiría en un referente en el Hollywood de los años cincuenta y sesenta, y que contó con clientes habituales como Paul Newman, Warren Beatty, Marilyn Monroe, Elizabeth Taylor o los Kennedy. Inconformista por naturaleza, Leon incluso elaboró su propio vino, con el que brindaron varios presidentes de gobierno.

Antes de desgranar los detalles de esta rica biografía con los asistentes de la cata literaria, Martí Gironell nos concedió una entrevista en la que relata la vida real y novelada de Jean Leon. Os invitamos a leerla a continuación.

El lema que movió la vida de Ceferino Carrión fue: «Growl you may, but go you must» (“Puedes protestar pero debes ir”). ¿Siempre tuvo claro que su destino estaba en América?

Su hermana y con su hijo dicen que él tenía muy claro que una vez que desaparecen sus referentes, su hermano y su padre, no se ve con ánimo de convertirse en el hombre de la familia. En aquella España gris alguien con ideas y proyectos necesitaba irse. A él le habría gustado ser actor, por eso se fue a EE.UU. Cuando entra en contacto con el futuro estrellato de Hollywood ve que no tiene tablas para convertirse en actor, y automáticamente cambia su mentalidad y comienza a trabajar en una actividad muy apegada al mundo de Hollywood, siempre con los pies en el suelo.

Martí Gironell
Martí Gironell

Cuando se mudó a California conoció a Frank Sinatra llevándolo como taxista y éste le ofreció trabajo en su restaurante Villa Capri. ¿Cómo fue su relación con “la Voz”? 

Jean Leon la cuenta en la biografía El rey de Beverly Hills (descatalogada en Ediciones B). Él siempre mantuvo la incertidumbre de cómo fue la primera vez que se encontró con Frank Sinatra. Era normal que los taxistas del Hollywood Yello Cabs se encontraran con estas estrellas, y algo debió suceder para que Sinatra le ofreciese un trabajo como camarero en su restaurante.

Aún más cuando en el año 54 Jean Leon fue el responsable de evitar que Frank Sinatra fuese a la cárcel después de un episodio rocambolesco en el que Sinatra y Joe Di Maggio pegaron una paliza a un hombre pensando que tenía un affaire con Marilyn Monroe. La actitud de Jean Leon con la policía protegiéndolos hace que entre en el círculo de amistades de Sinatra. Esa amistad será complicada con los años porque Sinatra no se toma nada bien que quiera emanciparse y abrir su propio restaurante, hasta el punto de abrir el restaurante Puccini para hacerle la competencia. Sin embargo, mantuvieron esta relación y con los festejos de la llegada de Ronald Reagan a la presidencia del gobierno Sinatra le dedicó un brindis a Leon.

Jean Leon era tan ambicioso que cuando ya había triunfado con su restaurante creó una bodega para tener su propio vino. ¿Cómo se gestó este proyecto?

Hacer vino era uno de sus sueños, pero lo veía imposible. Sin embargo, cuando consigue sacar adelante su propio restaurante con el dinero de James Dean, se da cuenta de que no tenía ningún vino lo suficientemente bueno para agasajar a sus comensales. Entonces habla con un enólogo americano y éste le sugiere que busque un terreno cerca de Barcelona.

Así que Jean Leon regresa a España aprovechando una invitación de Elisabeth Taylor al rodaje de Cleopatra; e invierte en un terreno en el Penedés. Alquila los servicios de un joven enólogo, Jaume Rovira, y crea viñas de finca plantando variedades de uva francesa como cabernet sauvignon. Al cabo de 7 años de esfuerzo saca adelante su primera cosecha gracias a la ayuda de Miguel Torres, ya que la denominación de origen Penedés no le permite exportar el vino al no ser una variedad local. Desde entonces sus vinos se sirvieron en su restaurante La Scala, y a lo largo de su carrera sirvió a 5 presidentes de EE.UU. Dos años antes de morir, Jean Leon vendió sus vinos a Miguel Torres.

«Aunque parece que ha conseguido tocar el cielo con las manos, hay muchas cosas que no le satisfacen»

¿Por qué ocultaba tanto sus orígenes?

Uno de los amigos con los que se va a Francia para desde allí huir a EE.UU., al saber que ha llegado con éxito y él no, lo delata a las autoridades franquistas. Entonces Jean Leon hace lo que esté en su mano para cambiar su identidad (de Ceferino Carrión a Jean Leon), y dejar los el menor rastro español posible. Hasta el punto de que les insistía mucho a sus hijos en que todos eran franceses como su mujer. Tenía mucho miedo a posibles represalias, y por tanto muy pocas personas en EE.UU. sabían su origen español.

¿Por qué se sentía tan insatisfecho a pesar de su enorme éxito?

Aunque parece que ha conseguido tocar el cielo con las manos, hay muchas cosas que no le satisfacen, por ejemplo tener que vivir siempre en una mentira. Es un hombre hecho a sí mismo pero no puede disfrutar del éxito con su familia, y con la que ha creado en EE.UU. tiene una relación rara, obligado a hacer muchos sacrificios y renuncias.

La fuerza de un destino

Años después, ¿siguió viviendo en EE.UU. o regresó a España?

Cuando ve que Hollywood no le da lo que él busca y sus amigos se van retirando, decide reinventarse una vez más, comprarse un barco e irse a Tailanda. Allí compra otro restaurante y le llama La Scala. Vuelve de vez en cuando al Penedés para supervisar los viñedos, pero cada vez menos. Finalmente regresa a EE.UU. para morir.

¿Continúan abiertos los dos restaurantes hoy en día?

El de EE.UU. está en un sitio distinto al original y lo lleva si hija Gigi, que da nombre a uno de los vinos blancos que más éxito ha tenido en el mundo. Y la otra Scala la gestiona en Tailandia.

Por: Elena Jorreto

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