Alex Monés: «En mi obra siempre vence la ordenación del caos»
Entrevistamos a Alex Monés, el hombre que de niño encontró un tesoro dentro de una caja de pinturas. El artista que crea metáforas humanas jugando con tierras y agua de lluvia. El mismo que pinta el bien y el mal, el ser y el no ser, y expone su obra en el Hotel Eurostars Anglí de Barcelona hasta el 30 de marzo de 2015…
¿Cómo se plasman las relaciones humanas en un lienzo?
Es un viaje al interior. No pretendo comunicar nada a nadie sino simplemente dar una válvula de escape a mis inquietudes. Si gusta mejor, pero no es el objetivo, de verdad.
Las plasmo, supongo que como los escritores con la escritura, la narración o los músicos con la música. Mi soporte es el lienzo, la pintura las palabras y las formas y texturas las frases con las que expresarme y darle sentido (mi sentido).
Desde tus inicios, tu obra ha evolucionado hacia la abstracción. ¿Qué te ha empujado en ese sentido?
El decirlo todo sin decir nada. Los matices, leer entre líneas, trabajar con gran formato, las infinitas interpretaciones, el jugar con el espectador a que imagine. La gran dificultad de la libertad de expresión y la abstracción siempre es hacerlo desde dentro, sin pretensiones ni objetivos. Parece extraño, pero la obra deja de ser obra en el minuto que la finalizo. Mientras la ejecuto que surge el diálogo, miedos, satisfacciones y frustraciones. Debería grabar ese proceso y esa sería realmente la obra a exponer: un vídeo, o aún mejor, una performance en directo. Y al final, el cuadro solo sería el rastro que dejó la obra.
Has ordenado tu trayectoria en niveles y estás en el 4. ¿Cómo defines esta etapa?
Más reflexiva, introspectiva y quizás más conflictiva conmigo mismo. Más cerca de mí.
¿En qué se diferencia tu obra actual de la que expusiste hace dos años en el Eurostars Grand Marina?
Aparte de investigar con nuevas texturas y técnicas, en esta ocasión la estética es un accidente necesario. Tengo necesidad de evolucionar y no es un ejercicio consciente, sino que surge… Te invade y reaccionas.
¿Qué pincelada vence en los conflictos que representas?
¿Pincel? ¡Nunca! Yo siempre pinto con las manos. Siempre vence la ordenación del caos. Y no me refiero a dar orden al caos. Son representaciones de contrastes entre entes.
¿Te ha ayudado el trabajo con materia a dar vida a esas luchas?
Sin duda. Y destruiría toda la obra para empezar de cero, una y otra vez. Nunca haría «guardar cambios».
Además de la pintura, tu otra pasión es el piano. ¿Qué tal convive el arte con la vida moderna?
La vida moderna tiene mucho arte. Incluso muchas más herramientas y posibilidades de expresión. Hemos conseguido llegar a ser artistas sin necesitar ser artesanos o dominar una técnica.
El arte no es de una época concreta sino una condición humana de necesidad de expresión e insatisfacción. Pintar nunca me supone un momento de relajación. Es un poco de todo: lucha, frustración, conflicto interno y recompensa efímera.
¿Cómo será el nivel 5?
Más Alex que el 4.