Amancio González esculpe al ser humano en el Hotel Eurostars Convento Capuchinos 4* de Segovia


Amancio: tú hieres y acaricias la madera en nombre de la libertad;
tú sueñas en el interior del bronce y en las celdas graní­ticas,
amas el resplandor de los cuchillos, entras en las arterias vegetales,
creas al mismo tiempo el resplandor y la sombra,
llevas la vida al interior de la muerte.

Estos versos no los ha escrito cualquier poeta, sino Antonio Gamoneda, ganador del Premio Cervantes en 2006. Y sus palabras tampoco iban dirigidas a un artista cualquiera, sino a Amancio González, un escultor leonés de faman internacional que recrea el cuerpo humano con dulzura poética.

La obra de Amancio González, alojada en el Hotel Eurostars Convento Capuchinos 4* de Segovia hasta el 30 de enero de 2016, contempla la figura humana desde una perspectiva armoniosa. El artista leonés la somete en ocasiones a cierta metamorfosis, y a veces sus formas rayan la perfección.

«En todas las obras presentadas en la exposición, el individuo aparece realizando una acción imposible, una imagen más cercana al mundo mental o emocional que al real», explica el artista. Se trata de «ilusiones o metáforas de la naturaleza humana donde el personaje se esfuerza por mover, cambiar, transformar o destruir aquello que le sirve de apoyo o de acomodo o aquello que ya estaba establecido, sin importarle las posibles consecuencias de su acción».

En el universo personal de Amancio González conviven el clasicismo y la modernidad, de modo que su poética combina el arte románico y gótico con ciertas dosis de paganismo. Una fórmula que no deja indiferente a nadie, y que ha permitido al artista desplegar gran cantidad de su obra en todo el mundo. Desde Fuerteventura a Rusia, pasando por Asturias, Dinamarca, Turquí­a, o México. Además, una vez al año participa en proyectos internacionales de escultura al aire libre que le mantienen unido a la naturaleza.