Historias imprevistas


II Concurso de microrrelatos de Eurostars Hotel Company

Ahora que tenemos tiempo para soñar, para pensar y  para imaginar es el momento de ponerse delante de la página en blanco y disfrutar de nuestra imaginación.

Os invitamos a participar en la segunda edición del Premio de microrrelatos ‘Historias Imprevistas’ de Eurostars Hotel Company, dirigido a personas que se hayan alojado en alguno de nuestros establecimientos. Despertemos al poeta, al escritor, al artista que llevamos dentro y demos rienda suelta a nuestra creatividad.

Para participar en el premio los autores de los microrrelatos deberán subir su historia en la misma web del concurso, rellenando los campos del formulario que aparece en la página principal antes del 31 de mayo de 2020, fecha en la que se cerrará el concurso y el periodo de votos.

El mejor microrrelato y el segundo ganador obtendrán 3 y 2 estancias gratuitas respectivamente en cualquier hotel del grupo (bajo disponibilidad del establecimiento). Además, habrá un tercer ganador como resultado de las votaciones del público en la web, que obtendrá 2 noches gratuitas, también en el hotel Exe o Eurostars que decida.

A partir del inicio que proponemos deberás escribir un relato entre 200 y 400 palabras.  

Aún no había abierto la puerta de mi habitación cuando de repente…

¡PARTICIPA Y GANA GRANDES PREMIOS!

Ganadores de la I Edición de microrrelatos ‘Historias Imprevistas’ de Eurostars Hotel Company:

Primer Premio

Al salir de la habitación me di cuenta que había vuelto a olvidar la llave dentro. Resignado, bajé a recepción. El reloj de esfera que indicaba la hora en diferentes capitales marcaba las dos de la mañana y el recepcionista dormitaba sobre el mostrador con cara de aburrimiento.

En breves palabras expliqué mi caso. No sé por qué, pero me pareció que me miraba con desconfianza. Al pedir una identificación, eché mano al bolsillo buscando mi cartera, pero recordé que la había dejado en la habitación, encima de la mesilla de noche, al lado del bote de pastillas. Alguien debía acompañarme para comprobar mi identidad. Un joven botones apareció de la nada y nos dirigimos a las escaleras.

Al llegar a la puerta, el chico abrió con una llave maestra, encendiendo a continuación la luz del recibidor. Nos dirigíamos a la habitación cuando un ruido nos hizo frenar en seco. El botones me miró con cara asustada, pero continué y apreté el interruptor. El bulto dibujado en la cama se incorporó y me miró. Oí como caía al suelo desmayado el cuerpo del botones. No se lo recrimino. Porque el que me miraba desde la cama era yo.

                               De Albino Monterrubio

Segundo  premio

Remiendos de felicidad

Al salir de la habitación me di cuenta de que mi sombra se había quedado atrás. Entré decidida a coserla a mis pies, pero allí estaba ella, haciendo piruetas en cada rincón, revoloteando por la habitación como si de la sombra de Peter Pan se tratase. En ese momento entendí que, si quería volver a ser feliz, era yo la que debía coserme a sus pies.

De Sonia Martínez