Pou + Velasco: la fórmula explosiva del teatro
Se alza el telón en Barcelona y arrancan los acordes y la voz rota de Edith Piaf. Inmediatamente irrumpe en escena Concha Velasco, con peluca, canosa, agotada después de subir a pie y cargada con las bolsas de la compra las escaleras de los siete pisos que llevan hasta su apartamento. Encorvada. Ropa de saldo. Es el retrato de la vejez que gana terreno.
Concha Velasco interpreta en La Vida por Delante a Madame Rosa, una ex prostituta judía que sobrevivió al campo de concentración de Auchwitz. Madame Rosa regentó años atrás una guardería donde las prostitutas más jóvenes dejaban a sus hijos cuando se iban a trabajar a Pigalle. Esa guardería es el piso en el que ahora vive junto a Momo, un niño árabe que se quedó a vivir con Madame Rosa. La trama de La Vida por Delante avanza al ritmo de las conversaciones y rebuscas en el pasado entre Momo, interpretado por el joven Rubén de Eguía, y Madame Rosa.
La vie devant soi es una obra original del escritor francés Romain Gary. La versión cinematográfica, dirigida por Moshé Mizrahi, obtuvo el Oscar a la mejor película de habla no inglesa en 1977. Y con esta adaptación dirigida por Josep María Pou y protagonizada por Concha Velasco está conquistando al público teatral de Barcelona. Velasco se siente emocionada de subirse a las tablas de la escena barcelonesa después de más de 25 años, y Pou asegura que su objetivo en el Teatre Goya es contribuir a la construcción de una edad de oro del teatro en Cataluña, tal como ocurrió en los años 10 y 20 del siglo pasado.
La Vida por Delante (en el Teatre Goya, de momento sin fecha de cierre) constituye, aparte de una trama cautivadora, una sabia introspección en el mundo de la marginación, de los sentimientos, del racismo, de la soledad, de la tolerancia, de la eutanasia e incluso de las relaciones entre árabes y judíos.